HABLANDO DE SOCIALISMO | Regresando a los Orígenes: DSA a los 40
En febrero de 1982 algunos miembros del New American Movement (NAM) y el Democratic Socialist Organizing Committee (DSOC) se reunieron en Detroit para unir a las dos organizaciones y trabajar bajo el nombre DSA. La publicación Democratic Left habló con dos de los participantes decisivos en concretar la fusión: Richard Healy (RH) de parte del NAM y Jack Clark (JC) del DSOC.
¿Cuál era el impulso para la fusión? ¿Cuáles fueron los primeros pasos?
RH: En 1975 o 1976 yo era el Secretario General del New American Movement. Me di cuenta de que el NAM estaba creciendo y aún más, que su capacidad para actuar como una organización socialista declinaba. La energía y emoción presentes en la década de los años sesenta iban desapareciendo. Las posibilidades del NAM para realizar un crecimiento, o de provocar un impacto mundial serio, particularmente en el liderazgo en el movimiento femenil, se veían pésimos. Tuvimos que preguntarnos: ¿Qué debemos hacer para sobrevivir cómo una organización que represente al feminismo socialista? ¿Quiénes, en el mundo, son nuestros amigos? ¿Quién es parecido a nosotros pero al mismo tiempo diferente? Entonces llamé a Jack y tuvimos una conversación agradable, la cual me condujo al deseo de llevar a cabo una argumentación mayor sobre el tema.
JC: Recuerdo hablar sobre unas organizaciones que tenían mucho en común con el DSOC en cuanto a sus orígenes. En una reuniónque ocurrió más o menos en 1977, Jim Chapin hizo una moción declarando que debíamos iniciar las conversaciones con NAM para lograr la fusión, y eso fue el impulso inmediato. Jim hizo el papel típico del “hombre de Marte” al preguntar la razón por la que estas dos organizaciones se encontraban en esferas diferentes. Tienen mucho en común. He sido miembro de la Young People’s Socialist League y parte del liderazgo del caucus opuesto que era anti-guerra y que se alineó con Mike [Harrington] y su coalición. Debido al pleito dentro del Partido Socialista en los primeros años de la década de 1970, decidimos formar el DSOC.
Por lo menos algunos miembros del NAM consideraban que el grupo era más izquierdista que el DSOC. Y hubo dentro del NAM quienes pensaron que la fusión posicionaría a todo el mundo a la derecha. ¿Podría usted decirme algo más sobre la clase de debates que ahí ocurrieron?
RH: En 1969, después de la explosiva convención de SDS [Estudiantes por una Sociedad Democrática] donde se desmanteló el grupo, la revista Socialist Revolution publicó un artículo escrito por Michael Lerner con el título “Hacia un Nuevo Movimiento Estadounidense”. Después de leerlo, mucha gente (y yo estaba de acuerdo) pensaba, “ Sí, esto es aproximadamente correcto. Esto es lo mejor de la antigua y la nueva izquierda. Es feminista. Se trata de la raza y la clase.” Así que, y como muchos otros, dije: “Formemos algo.” Fue una reunión de activistas de la década de los sesenta.
El proceso de unificación comenzó aproximadamente en 1970 y en el NAM se encontró una oposición de parte de varios grupos. Muchos eran jóvenes. Argumentaron que nuestra política era más a la izquierda del DSOC y que diferíamos en relación al feminismo y otros temas principales. Michael [Harrington] y el DSOC siguieron muy de cerca al Partido Demócrata. Otros comentaron que se oía como algo muy sensatoque elDSOC está influyendo a un partido popular, y nosotros no hacíamos esto. Pero también fue visto como símbolo de una concesión exagerada. De esta manera se formó un grupo contra la unificación. Este grupo como consecuencia abandonó la organización. Perdimos en el NAM un tercio de nuestros activistas. Uno de los valores del NAM era su activismo. Teníamos pocos miembros que lo eran únicamente sobre el papel.
Algunos de los viejos miembros que formaban parte del NAM y que venían del Partido Comunista se opusieron. Mi madre [Dorothy Healey, quien había sido una líder comunista importante en California hasta que abandonó el partido] argumentó en contra de la unificación, mientras que yo argumenté a favor. Sin embargo, cuando sucedió la unificación, tanto ella como muchos otros permanecieron en el grupo: todos los antiguos izquierdistas permanecieron. El proceso duró dos años y ocurrió mediante un comité de unificación formado por miembros de ambos lados que discutieron cada cuestión. Mirando retrospectivamente al nacimiento del NAM en 1972, sucedieron dos cosas: la disminución del humor [espírito] masivo existente en la década de los años sesenta y la llegada del neoliberalismo. No vimos todo eso durante aquel tiempo.
JC: [Richard] Nixon dió un gran discurso después de la elección de 1972, hablando de la nueva época de la política estadounidense en que se reduciera el gobierno. Debido a Watergate, ese momento de la ascendencia de la derecha extrema se colapsó. [Jimmy] Carter tomó algunos de los temas de la política de Nixon, como la regulación gubermental.
RH: Exacto. Esas dos cosas existen ahora en la sociedad. Todavía pensé que la revolución estaba por ocurrir en 1972. Quiero decir, no sé cuánto realmente creí en eso, pero ciertamente hablé sobre el tema. Así que, no entendíamos la mayoría de lo que estaba ocurriendo en nuestra sociedad, algo que hace la unificación, francamente, aún más importante para resistir el asalto del neoliberalismo.
JC: DSOC floreció en ese período debido a la caída de Nixon. Se nos acusó, en las peleas de la facción del SP de ser enemigos de la clase trabajadora, esencialmente por no seguir la línea de George Meany [cabeza de AFL-CIO] en todo, incluyendo la guerra en Vietnam. Teníamos muchísima conciencia de la necesidad de relacionarnos con el movimiento obrero, así que pusimos mucha atención a las tendencias anti-Meany en AFL-CIO. El sindicato de maquinistas vió al derrote de Nixon como prioridad mayor. Se mostraron furiosos porque Meany no lo veía así. Otros sindicatos y otros funcionarios se unieron al sentimiento. Nos encontramos sintonizados con estar en contra del neoliberalismo, dado que muchos de los líderes vivían en la Ciudad de Nueva York y la crisis fiscal de Nueva York estaba en un punto de partida por llevar a cabo políticas liberales.
En la primera publicación de Democratic Left, después de la unificación, Jim Chapin escribió sobre este evento único en la historia de los Estados Unidos (ver página 5), Él también mencionó la unificación que formó el primer partido socialista en 1901. Llegó a tener 100,000 miembros. ¿Son notable los paralelos? ¿Tiene la formación de DSA alguna relación sobre el lugar en el que estamos ahora?
RH: ¿Valió la pena la unificación? Sí, creo que valió la pena. Mire, ¿pudieron las cosas haber sido mejor después de la unificación? ¿Pudimos, aquellos miembros de NAM, haber tenido una forma más coherente para tratar de asegurar que hubiera mayor educación política en la organización conjunta, con más reclutamiento de activistas? Seguro que sí, pero sin embargo el impulso detrás fue el correcto: que los peligros de la izquierda, eran nuestros propios peligros internos. Nuestros demonios internos son el sectarismo, la marginalidad, el temor hacia los liberales, el temor al centro, el temor de perder nuestra identidad en un lugar mayor, menos revolucionario. Estos temores han afligido a la izquierda constantemente, desde 1870. Asumimos esos demonios en ambos lados de la unificación, y tuvimos razón de hacerlo. ¿Dió resultado inmediatamente? Bueno, sobrevivimos, en un sentido, dió resultado inmediatamente, cuando casi nada sobrevivió de la izquierda de la década de los setenta. DSA es lo único que ha emergido como algo entero. ¿Y por qué tomó tanto tiempo? Porque el aislamiento trae consigo el aislamiento. Si uno no es parte de las luchas actuales, mostrando que tiene un lugar peculiar, un papel de liderazgo, entonces ¿para qué pagar el precio extra por ser socialista? Fue hasta que apareció la campaña de Bernie, y el liderazgo de Bernie y la capacidad de DSA de responder, para ser parte de algo más grande, lo que es crítico para el socialismo. De otra manera la brecha entre los socialistas y los otros sería muy amplia.
JC: Para DSA, el equivalente a la convención de 1900 fué la fusión del DSA de ese momento con muchos de los elementos de la campaña de Bernie. Una de las razones por las que DSA ha prosperado es que el acercamiento a la campaña de Bernie no era “Vamos a instalarnos y pontificar a la gente sobre lo equivocados que están y sobre la manera como deben moverse hacia la izquierda.” El acercamiento fue “Esta es una formidable iniciativa, unámonos y determinemos la forma en que podemos contribuir a la campaña y ser una parte positiva de algo más grande.” Y ese tono positivo y no sectario fue exactamente porque DSA floreció.
¿Algunas ideas finales sobre la fusión misma, sobre lo que ahora podemos aprender de esto? ¿En qué dirección DSA debe dirigirse en este momento?
JC: Yo volvería a lo que Richard dijo sobre lo imperativo que es conectarnos con fuerzas más grandes. Si usted quiere citar a Marx, usted puede tomar el capítulo de El Capital sobre la lucha por lograr una jornada de diez horas diarias, a lo que Marx llamó la política económica esencial de la clase trabajadora. Es esencial que con la clase trabajadora en movimiento, cada victoria sea liberadora, y que cada fracaso nos va a aislar. Necesitamos gente que comprenda realmente lo que es la lucha a largo plazo. Vamos a tener fracasos serios, y necesitaremos estar presentes para los triunfos.